jueves, 25 de abril de 2013

Resumen de Prensa: IX Encuentro de Monaguillos Diócesis de Ávila 2013

Crónica del Encuentro de Seminaristas de Primavera 2013


Del 12 al 14 de abril el Seminario Diocesano organizó el encuentro de seminaristas de primavera de la Región del Duero. Este año el tema elegido fue “El primer anuncio en tiempos de nueva evangelización”. Para reflexionar y pasar unos días de convivencia nos juntamos en la sede del seminario un total de 54 seminaristas provenientes de las diócesis de Ávila, Valladolid, Burgos, Osma-Soria, La Rioja, Zamora, Ciudad Rodrigo, Salamanca y Palencia. También estuvieron presentes en el encuentro nuestros respectivos formadores, un total de nueve sacerdotes. De nuestra diócesis de Ávila participamos los seminaristas del teologado: Fernando, Rodrigo, Álvaro, Ángel, Noé, Francisco, Nicolás y Antonio, además de nuestro Rector D. Gaspar Hernández y nuestro Director Espiritual D. Antonio Collado. El primer acto del Encuentro, el rezo de Vísperas, estuvo presidido por nuestro obispo D. Jesús García Burillo, que nos dio la bienvenida a todos los presentes en nombre propio y en el de la diócesis. 

El encuentro se inició con el rezo de Vísperas en la Capilla del Seminario
 Presididas por el Sr.  Obispo D. Jesús García Burillo
Las actividades del viernes 12 y sábado 13 pivotaron entorno al Nuevo anuncio. Para ver las posibilidades del primer anuncio en el Cine se nos proyecto un trozo de la película “Un Dios prohibido” y posteriormente uno de los actores que representa a uno de los seminaristas mártires de Barbastro de la película, Luis Seguí, no contó su conmovedora experiencia de reencuentro con la fe. 

El joven actor Luis Seguí flanqueado por el Sr. Obispo de Ávila, el Rector del Seminario
 y dos seminaristas de Valladolid
Tuvimos también una ponencia marco para reflexionar sobre los fundamentos del primer anuncio, a cargo del profesor de Burgos D. Eloy Bueno. Posteriormente en una mesa redonda se nos trasmitieron distintas experiencia de primer anuncio: en la universidad por el capellán de la UCAV D. Raúl García Herráez, en el ejercicio de caridad por D. Samuel Hernández de Cáritas, en la experiencia orante se nos leyó un testimonio de la abadesa de las Clarisas M. María Teresa Pandelet y finalmente en la parroquia por el sacerdote de Burgos D. José Valdavida.

El profesor D. Eloy Bueno reflexión sobre los fundamentos
del Primer Anuncio en la Nueva evangelización


D. Jorge Zazo explicando a los Seminaristas de Castilla
 el Retablo de la Catedral de Ávila
Continuamos la jornada visitamos la Catedral, donde el delegado de Pastoral Juvenil y Vocacional de la diócesis D. Jorge Zazo Rodríguez, nos presento el primer anuncio en el arte realizando una magnífica catequesis a través del simbolismo y la belleza del recorrido. Como colofón y descanso del día tan intenso visitamos el Monasterio de la Encarnación para rezar la oración de Vísperas con las Madres Carmelitas Descalzas que con los cantos crearon una atmósfera apropiada para la alabanza, la contemplación y la intimidad con Dios expuesto en la custodia.

Rezo de Vísperas con el Santísimo Expuesto en el Monasterio de la Encarnación  de Ávila
El domingo 14 estuvo plenamente dedicado a la figura de Santa Teresa de Jesús en el marco del IV Centenario de la Fundación de San José. El prior del convento de la Santa, P. David Jiménez Herrero OCD, nos dirigió por la ruta teresiana: Casa Natal, Parroquia de San Juan Bautista, donde rezamos un credo ante la pila donde bautizaron a la Santa, Convento de Gracia y finalmente en el Monasterio de San José. Durante todo el recorrido el padre carmelita realizó una profunda catequesis sobre la vida y la espiritualidad de la santa carmelita descalza. 

D. Olegario González de Cardedal predicando a los Seminaristas
en el Monasterio de San José primera fundación de la reforma de Santa Teresa.
En San José tuvimos un encuentro con las MM. Carmelitas que nos trasmitieron su testimonio de vida de clausura dedicado al silencio, la soledad, la oración y el sacrificio por amor a Dios y por amor a los hombres para así ellos también descubran a Dios. Para concluir el encuentro tuvimos la Eucaristía Jubilar en el Monasterio, presidida por el sacerdote y teólogo abulense, D. Olegario González de Cardedal, tan ligado a nuestro seminario el cual fue ordenado sacerdote en ese primer monasterio de la reforma teresiana.

Los participantes del Encuentro de Seminaristas tras acabar la Eucaristía Jubilar en San José de Ávila

miércoles, 10 de abril de 2013

Programa del Encuentro de Primavera 2013 de los Seminarios de la Región del Duero


"EL PRIMER ANUNCIO EN TIEMPOS DE NUEVA EVANGELIZACIÓN" 
Seminario Diocesano de Ávila. 12-14 de abril de 2013


Viernes 12 de abril

19,30 – 20,30h           Acogida y recepción en el Seminario

20,30 h                   Rezo de vísperas presidido por el Sr. Obispo de Ávila (Preparan: Teologado de Ávila: diócesis de Ciudad Rodrigo y Zamora)

21,15 h                       Cena

22,15 h                        Primer anuncio en el cine. Proyección en primicia del tráiler y una parte de la película “Un Dios prohibido”. Experiencia de reencuentro con la fe a través de esta película por Luis Seguí

Sábado 13 de abril

8,30 h                          Rezo de Laudes y Eucaristía (Preparan: Seminarios de Burgos-Redemptoris Mater-La Rioja-Soria)

9,30 h                         Desayuno

10,15 h                       Ponencia marco
                                   El primer anuncio para una nueva evangelización
D. Eloy Bueno de la Fuente. Profesor de Teología en la Facultad de Teología del Norte de España (Burgos)

12,00 h                       Descanso y café

12,30 h                       Mesa redonda. Experiencias de primer anuncio

1.    En el mundo universitario. D. Raúl García Herráez. Capellán de la Universidad Católica de Ávila
2.      En el ejercicio de la caridad. D. Samuel Hernández. Cáritas Ávila
3.  En la experiencia orante. M. María Teresa Pandelet Grijalbo. Abadesa del Monasterio de Sta. María de Jesús (MM. Clarisas de Ávila)
4.      En la parroquia. D. José Valdavida. Diócesis de Burgos

14,00 h                       Comida

16,00 h                        Primer anuncio en el arte. Visita guiada a la Catedral de Ávila
                                    D. Jorge Zazo Rodríguez. Delegado de Pastoral Juvenil y Vocacional de la Diócesis de Ávila

18,00 h                        Trabajo por grupos sobre las cuestiones reflexionadas en la mañana

19,00 h                        Puesta en común de lo reflexionado en grupos

20,00 h                        Exposición del Santísimo y Vísperas en el monasterio de La Encarnación (Prepara: Seminario de Valladolid)

21,15 h                        Cena en el Seminario

22,00 h                        Paseo nocturno por Ávila

Domingo 14 de abril. III Domingo de Pascua

8,30 h                          Rezo de Laudes (Preparan: Seminarios de Palencia-Salamanca)

9,15 h                          Desayuno

10,00 h                        Ruta Teresiana con motivo del IV Centenario de la Fundación de San José (Casa Natal de Santa Teresa, Parroquia de San Juan Bautista, Convento de Gracia, Monasterio de San José)
                                    P. David Jiménez Herrero, OCD. Superior del Convento de Santa Teresa (Ávila)

12,00 h                        Encuentro con las MM. Carmelitas de San José y testimonio vocacional

12,30 h                      Eucaristía jubilar en el Monasterio de San José (Prepara: Teologado de Ávila: diócesis de Avila)

14,15 h                        Comida y fin del encuentro

Escuela de Teología Karl Rahner-Hans Urs von Balthasar: "Crisis del Hombre, Crisis de Dios"

Escuela de Teología Karl Rahner-Hans Urs von Balthasar

«En el Señor me refugio. ¿Por qué me decís: “Huye como un pájaro al monte, pues ya los malvados tensan su arco y ajustan en la cuerda su flecha, para abatir en la sombra a los honrados? Cuando faltan los cimientos, ¿qué podrá hacer el justo?”» (Sal 11,1-3).

En el centro D. Olegario González de Cardedal flanqueado por los seminaristas
 de izquierda a derecha: Nicolás, Antonio, Anselmo y Francisco. 
Con estas palabras iniciaba D. Olegario González de Cardedal, catedrático emérito de Cristología de la UPSA[1] y uno de los teólogos españoles más importantes de la segunda mitad del s. XX, el curso que hasta el año pasado ha dirigido en Santander. El tema era claro: estamos sumergidos en una crisis en la que el aspecto económico es lo más epidérmico, lo que se ve, lo más superficial. Esa crisis en la que estamos sumergidos es más profunda de lo que creemos: es en realidad una crisis del hombre, una crisis de los valores, de la moral e incluso del ser del hombre. Cuando el relativismo ha entrado en los tuétanos de la humanidad ya nada es seguro: todo vale, y en realidad nada vale. No hay criterios. Pero ¿cuál es el motivo de esta crisis? ¿Cuál es el grano que ha ido creciendo y que ha hecho que todos los demás cimientos fallen? La crisis de Dios. El hombre es imagen de Dios, y como dice san Agustín al inicio de las confesiones: “Fecisti nos ad te et inquietum est cor nostrum, donec requiescat in te”[2](cf. San Agustín, Confesiones I,1.1). Es decir, cuando el hombre no quiere ver a Dios, lo deja de lado, lo olvida e incluso lo denosta todo lo demás cae por su propio peso, porque Dios lo hizo a imagen suya, y esa imagen no se puede borrar: por mucho que se le quiera silenciar Dios da sentido a toda la vida del hombre.

El tema del curso fue, por tanto, completamente actual. Y más actual era porque no se trata de un curso cualquiera: a él van profesores muy prestigiosos no sólo del campo teológico, sino también de otras ramas del saber. La misma estructura del curso manifestaba esa interdisciplinariedad. Así, tras la lección inaugural impartida por D. Olegario, el curso tuvo una primera parte de contextualización: (1) análisis de la situación. Ciencia y religión. En esa parte se trataba de ver qué está ocurriendo y por qué está ocurriendo. En esta primera parte del curso que duró día y medio intervinieron personalidades como Gabriel Amengual (catedrático de Filosofía de la Universidad de las Islas Baleares) con una ponencia titulada “Humanismo y posthumanismo a finales del s. XX”; Gabriel Albiac (catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid y ateo confeso), que habló sobre “Trascendencia, sacralidad o profanidad del hombre”; y Juan Arana (catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla) con una doble intervención en forma de pregunta: “¿Somos algo más que máquinas lógicas? ¿Somos algo más que máquinas de carne?”. Las cuatro conferencias culminaron con una mesa redonda entre los tres expertos. Lo que más resaltaría de esta primera parte, además del claro matiz filosófico, es la presencia de un ateo confeso, pero con actitud dialogante, en un curso de teología. Con ello se manifiesta el nivel intelectual de un curso que abre puertas, que no trata de cerrar los portones con llave.

La segunda gran parte del curso, compuesta por cuatro ponencias, era más teológica. Se titulaba (2) reflexión. Filosofía y teología. Se trataba de ver cuál es la relación entre filosofía y teología, entre razón y fe, si son complementarias o contrarias. En esta segunda parte habló primero Santiago del Cura (catedrático de Teología Sistemática de la Facultad de Teología de Burgos) sobre la “Conexión entre afirmación del hombre y afirmación de Dios”. Intervino también Vicente Vide (decano de la Facultad de Teología de Deusto), con una conferencia dividida en dos partes: “Los caminos del hombre hacia Dios o validez de la razón; los caminos de Dios hacia el hombre o validez de la revelación”. Posteriormente volvió a tomar la palabra Santiago del Cura, hablando sobre “El escándalo del mal (exceso de la negatividad) y el escándalo del crucificado (exceso del amor)”. Concluyó esta segunda parte Ángel Cordovilla con una ponencia sobre “Los santos y la humanidad del hombre”. La síntesis de esta segunda parte es evidente: razón y fe, pensamiento y revelación, no se contraponen: se unen. Cristo, Dios hecho hombre, así nos lo ha hecho ver: no ha rechazado la lógica ni las potencialidades del hombre, sino que las ha llevado a plenitud. Y eso se manifiesta también en los santos, en aquellos que a lo largo de su vida han sido ejemplo de coherencia y de equilibrio entre la vida de fe, oración y bondad, y la vida de reflexión, de pensamiento, de estudio, de preocupación por el hombre.

Si al principio del curso nos preguntábamos sobre la situación, y en su desarrollo sobre los medios para responder a esa situación, al final del mismo hay que dar una respuesta, o al menos un “cuaderno de bitácora”, una guía que ponga la brújula en el norte, que vuelva a situarnos sobre los cimientos. Por eso la tercera parte se titulaba (3) orientación en la existencia y en la fe. Las dos ponencias que concluyeron el encuentro respondían muy bien al tema y fueron magistrales. La primera de ellas, impartida por Gabriel Amengual, sobre “Los nuevos caminos para el encuentro del hombre consigo mismo y con Dios”. Fue la ponencia que más me gustó de todo el encuentro. Me pareció que, con una sencillez suprema, respondía claramente a la pregunta que nos habíamos planteado, a la recuperación de los cimientos. Al hombre no le queda más que volver a Dios para resituarse, y los dos modos centrales de volver a Dios son la interioridad, es decir, mirar al corazón, y en ese contexto volvemos a citar a san Agustín: noli foras ire, in te ipsum redi. In interiore homine habitat ueritas”[3] (San Agustín, De vera religione, XXXIX, 72); y la alteridad, es decir, mirar en al prójimo, que es imagen de Dios y como tal revela a Dios. La lección de clausura corrió a cargo de César Nombela, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y recién nombrado rector de la UIMP[4], en cuyos cursos de verano se inserta la Escuela de Teología a la que se alude en este artículo.

Poder asistir a un curso de teología del calado del que se ha descrito en este artículo, y hacerlo además en Santander, que es una ciudad con un aura especial, no es un simple don: es una gracia y un privilegio. La dirección de esta escuela pasa ahora a nuevos organizadores: Ángel Cordovilla en calidad de director y Gaspar Hernández (profesor de Patrología y Sacramentos en la UPSA y rector del Teologado de Ávila, donde resido) como secretario del mismo. Desde esta revista quiero desearles lo mejor y transmitirles mi ánimo: hacer una reflexión tan profunda y de tal calado como la que se hace en la Escuela de Teología no sólo es buena: es necesaria. En un mundo en el que prima el olvido de Dios, hablemos sobre Dios. Eso, en un contexto universitario, es también evangelización.

Anselmo Matilla Santos
3º de Filología Bíblica Trilingüe




[1] Universidad Pontificia de Salamanca.
[2] “Nos hiciste, Señor, para ti, e inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en ti”.
[3] “No quieras ir fuera; entra dentro de ti mismo. En el hombre interior habita la verdad”.
[4] Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

jueves, 4 de abril de 2013

Entrevista a Álvaro Campón: "He decidido Ser Libre de Verdad, Entregando mi Vida a Quién se que me Ama"

Reproducimos la entrevista que le ha realizado el abulense Fernando de Navascués en Religión en Libertad a Nuestro Seminarista Álvaro Campón.  


Álvaro Campón nació y ha vivido siempre en Avila, fue a un colegio católico, ha ido a la universidad e, incluso, trabajaba en un laboratorio. Una vida normal y corriente hasta aquí, pero con un par de notas a tomar en cuenta: nació en una familia no practicante y hoy estudia para ser sacerdote en la Pontificia de Salamanca.

Biotecnología en el laboratorio

“Nací en Ávila en el año 1989, crecí y viví también en Ávila. Iba al colegio Asunción de Nuestra Señora, desde los dos años que entré en la guardería, hasta que salí en segundo de bachillerato”, explica Alvaro, después estudió Biotecnología y pasaba largas horas en un laboratorio. Una vida bien encaminada.

“Realmente nunca he vivido la fe dentro de mi casa", comenta Alvaro. Fui bautizado y tomé la comunión e incluso empecé la catequesis de confirmación sin creer en Dios. Era algo que tocaba, y ya está”.

Valores previos a la fe

Lo bueno de su familia es que sus padres siempre le educaron en unos valores firmes especialmente para que eligiera con libertad: “Cierto es que no he vivido la fe en mi casa ni en la comunidad parroquial hasta que no lo he elegido por mí mismo; pero si hay algo que me han inculcado mis padres es la capacidad de ser libre para elegir, de la honestidad con uno mismo y de la coherencia. Sin esta educación –explica Alvaro- dudo que hubiera tenido el valor para dar el paso que he dado. Sin saberlo han sido y siguen siendo instrumentos de Dios en mi vida”.

Sus dos grandes pasiones de adolescente, y todavía hoy, son la música y la montaña: “La providencia quiso que me encontrara de frente con una parroquia donde se vivía intensamente esto que a mí me apasionaba: clases de guitarra y campamentos de montaña. Entonces tenía 15 años”.

Dos monjas enamoradas de Cristo

En la parroquia se encontró con dos monjas muy especiales: “Me hicieron comprender con su vida que se sentían amadas por Dios, que eran felices porque sabían por quién vivir, que merecía la pena conocer a Cristo. Y al final –confiesa Alvaro- todo se pega, la alegría se contagia, y el Evangelio entra en nosotros con una fuerza que no podemos explicar ni entender”.

Y es que Dios cuando entra en la vida de una persona y está dispuesto a cambiarla, lo hace con todas las consecuencias: “Dios ha salido a mi vida, me he sentido mirado, me he sentido capacitado para lo que me pedía a través de la Iglesia, me he sentido amado y consolado, me he sentido escogido. No puedo contar en unas frases la experiencia de Cristo, es algo que me sobrepasa. Solo puedo decir que sólo con Él he sido capaz de salir de mí mismo, de descubrir la belleza, de sentirme pequeño (como un insignificante humano más en este paso fugaz por la vida), y a la vez enorme (amado por Él)”, explica.

He entregado mi vida a quien me ama

¿Y por fuera?: “He cambiado exteriormente. Ahora soy seminarista, vivo en una comunidad con 14 hermanos y dos formadores a los que quiero y con los que convivo a diario -revela. Ha cambiado radicalmente mi actividad, ahora estudio Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca después de años estudiando una carrera de ciencias naturales”. 

Más aún: “Me he enfrentado a mis miedos, a los prejuicios de los demás e incluso a Dios. Y he crecido. He crecido como persona y he crecido en la fe, y sigo haciéndolo cada día. He decidido ser Libre de Verdad, entregando mi vida a quien sé que me ama y ha dado la suya por mí”. 

Mirando hacia atrás nos expone lo más profundo y humano de su decisión: “Lo más importante en esta vida no es hacer cosas, sino saber por qué las haces, y en mi caso por quién. Romper ha sido muy duro –estudios, trabajo, un futuro prometedor-, pero más duro sería vivir al margen de mi realidad, sin querer ver lo que estaba delante de mis ojos. Decía Nietzsche que quien tiene un qué y un porqué, puede soportar casi cualquier cómo. Pues yo en he encontrado mi ‘porqué”.

Dios nos capacita

En un mundo tan secularizado como en el que vivimos en donde Dios no tiene cabida, o si la tiene se le convoca como convidado de piedra para ocasiones especiales, Alvaro responde con autoridad y humildad a la vez cuando le preguntamos que por qué Dios le ha elegido a él: “Alguien dijo alguna vez que Dios no elige a los capacitados sino que capacita a los elegidos. Está todo en sus manos. Y realmente me he sentido como Teresita de Lisieux: ‘Yo pensé que había nacido para la gloria, y buscando la forma de alcanzarla, comprendí que el Amor lo es todo. ¡El Amor me ha escogido a mí, que soy tan poca cosa!”

Bueno, una vez encontrado el Quién y el Cómo e, incluso, de alguna forma especial el Por Qué, se atreve a lanzar un mensaje a los jóvenes de su edad: “Encontrad vuestro ‘porqué’. No todo merece la pena. Hay algo que da una alegría plena: saberte elegido para una misión. Estad atentos y no tengáis miedo a seguir el camino si esa es vuestra vida. No seamos indiferentes al mal, seamos valientes, no hay nada tan grande como vivir por, para y en el Amor. Y repitiendo las palabras de Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, ‘no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor”.

Dios sigue invitando a los jóvenes a seguirle

En esta misma línea nos responde Ángel Pérez Pueyo, el Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Seminarios de la Conferencia Episcopal Española: “Me resisto a creer que algún día haya jóvenes que no piensen, que no sientan, que no se compadezcan de tantos hombres y mujeres ‘crucificados’, heridos, rotos, vacíos, deshabitados interiormente… que no escuchen la voz del Señor en ellos que les invita a ser su ‘cirineo’, a cargar con su cruz para que puedan sentirse verdaderamente sanados, perdonados, amados incondicionalmente por Dios”.

Y es que Dios sigue llamando, como a Álvaro Campón, capaz de dejar todo para seguir a Jesús: “Actualmente hay mucha gente desencantada que se sienteabandonada a su propia suerte y dirige su mirada confiada a Dios –explica don Angel Pérez-, como nos recuerda el Papa Benedicto XVI, conscientes de que el mundo sólo es redimido por el Crucificado, que les devuelve la dignidad de hijos de Dios”.

Ser sacerdote, una vida fascinante

Frente a quienes piensan desde fuera, ¡siempre desde fuera!, que la vida del sacerdote es algo triste y que supone algo penoso, este sacerdote nos explica desde su experiencia personal que “ser sacerdote sigue siendo fascinante para aquellos jóvenes que se sienten urgidos a propiciar y favorecer, entre unos y otros, la armonía, el equilibrio, el respeto, la libertad, la dignidad, el cariño, la reconciliación entre los hombres y Dios…”


¿Cómo son los sacerdotes del siglo XXI?

Los sacerdotes no caen del cielo, con los bolsillos repletos de estrellas, sino que nacen en el seno de una familia y crecen al calor de los diferentes grupos juveniles, comunidades cristianas, movimientos apostólicos… 

Don Angel Pérez aclara: “Son jóvenes normales, hijos de su tiempo”. Y nos detalla lo siguiente: “Son jóvenes que se sienten interiormente cautivados por el Señor y su Evangelio; están dispuestos a vivir su seguimiento al Señor en condiciones de riesgo, radicalidad y total disponibilidad. La mediocridad no cautiva a nadie. Viven sin complejos, y les gusta vestir de negro como expresión de su identidad; se les nota centrados, identificados e ilusionados; aceptan su debilidad y vulnerabilidad, se saben criaturas, necesitados de la gracia”.

“De ordinario, la mayoría de la gente no se adhiere a la fe por un razonamiento brillante sino por un testimonio de vida. Hay personas que hacen creíble a Dios en el mundo. Este es hoy nuestro gran desafío: ‘Hacer creíble a Dios, hasta dar la vida si hiciera falta”, concluye don Ángel Pérez.