Soy José Efraín, seminarista mayor de Ciudad Rodrigo, curso cuarto de teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Estas líneas reflejan la vida de un joven cristiano que ha sentido que el Señor le llama para entregar su vida por entero a Él y a los demás.
Entré en el seminario menor de Ciudad Rodrigo un 21 de septiembre de 2003 para iniciar la formación académica de la ESO. Mis padres, oyen hablar del seminario a través del entonces párroco de mi pueblo y rector del seminario en la actualidad. Yo sabía que el seminario era un sitio donde se estudiaba bien porque tenías unos profesores que se preocupaban de que aprendieras. El primer día asustado y con pena por salir del pueblo, fue experimentando el ambiente que se vivía, horarios duros, clases, oraciones, poco después, esos sentimientos se convertirían en alegría.