Cuando nos acercamos al Libro de la Vida de nuestra Santa abulense, quedamos impactados al leer las páginas donde ella misma relata su encuentro con una imagen de un Cristo muy llagado. Esta experiencia marcará su vida y le dará un gran impulso a la hora de servir al Señor. Desde mi experiencia personal puedo decir que el Señor no deja de sorprendernos cada día con sus dones, pero que si no estamos atentos pueden pasar desapercibidos y no dejar huella en nuestra vida. Desde la misma oración matinal cuando nos disponemos a escuchar su Palabra para después enriquecer a nuestros hermanos, o bien el encuentro con personas que Él va poniendo en nuestro camino, especialmente aquellos que sufren algún tipo de pobreza.
Estos acontecimientos, en los que vemos claramente que su mano está presente, me anima a seguir dando pasos hacia el sacerdocio. El Señor se revela y deja huella en la vida ordinaria, de esta manera nos va modelando el corazón y nos recuerda que no le hemos elegido nosotros a Él, sino que ha sido Él quien nos ha elegido.
Hervé Plaza García
Seminarista de Ávila
Diácono Etapa Pastoral
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