miércoles, 5 de marzo de 2014

El Camino Alegre de la Fe


Os doy una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy os ha nacido en la Ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor (Lc 2,10-11). Yo como todo cristiano reconozco en Jesús la verdadera alegría de mi vida. El encuentro con Dios es (en el prójimo, en la oración, en el estudio) lo que da un sentido novedoso y profundamente alegre a mi día a día. Desde el mismo momento en el que uno se siente amado, acogido, perdonado y acompañado por el Señor, la alegría arraiga profundamente en el corazón. La alegría más profunda del hombre es amar y sentirse amado por Dios, reconociendo la obra, siempre para bien, que va haciendo en cada uno de nosotros. 

Francisco Javier Calvo
Seminaista de Ávila
1º Teología

No hay comentarios:

Publicar un comentario